Posada Tarahumara, un rinconcito mexicano en Galipán

By Angelica - 07 septiembre

Llegamos a esta posada a través de las recomendaciones de Valentina Quintero, luego revisamos su página Web y definitivamente nos cautivó su impresionante vista.  Mar y montaña, ¿qué más se puede pedir para una escapada romántica?

Vista de la casa principal, desde la cabaña

Llegamos tipo 7 pm luego de almorzar en Granja Natalia, Jennifer nos recibió con una sonrisa y nos indicó que nuestra cabaña era la última de las tres, la más pequeña.  Para nuestra sorpresa, el camino de piedras parecía empinado y estaba poco iluminado.

Vista de las cabañas, desde la casa principal


La cabaña de al lado, un poco más grande
Nuestra cabaña
Así emprendimos nuestra subida con la "barriga llena y el corazón contento", respirando aire puro, escuchando un riachuelo a lo lejos y con las lucecitas del Hotel Humbolt en la cima.


A lo lejos, el Hotel Humbolt

La cabaña nos pareció muy confortable, decorada con materiales rústicos y colores vivos.  Tiene un segundo nivel para dos personas más y una ventana al cielo que permanece cerrada los días de lluvia.  Totalmente apartada, rodeada de árboles, un refugio para la tranquilidad y el descanso.


Vista de nuestra cabaña

Está equipada con una nevera, un litro de agua mineral cortesía de la casa y un par de refrescos de lata para los más ansiosos.  Tiene TV por cable y agua caliente.

Lo único que perturbó la calma de Emil fueron los "bichos" que entraban por las ventanas que intencionalmente había dejado abiertas.  Así que tuve que cerrar las cortinas y lumbreras y convencer a Emil de que estábamos en pleno corazón de la montaña y que era normal ver algunos insectos...

Al despertar, el día estaba despejado y la vista era para enamorarse.  Nos acercamos al restaurante que está abierto de 8:30 am a 10:00 am para el desayuno.  La comida estuvo sencilla, bien presentada y con buen sabor.  Nos sirvieron arepas, perico, caraotas negras, queso rallado y una jarra de jugo de lechosa con limón.  También tienen en su carta una degustación mexicana y otros platillos para el almuerzo y la cena.

Desayuno en Tarahumara
Caminamos, tomamos algunas fotos y de pronto el clima cambió, la neblina se diluyó entre el mar y la montaña y comenzó a llover.

Cerca del mediodía, llegó nuestro transporte, le pedimos que nos trasladara al pueblo para dar una vuelta y bajar en teleférico.

Esta vez, coordinamos con Junior Duque y su esposa Angie (04164052654), quienes trabajan con la posada y nos cobraron 350 Bs por la "carrera" desde la posada más cercana a La Guaira hasta el pueblo.

Como era de esperarse por la temporada vacacional, el pueblito estaba repleto de gente.  Angie nos recomendó los sandwiches de pernil de Emilio Silva en el abasto más grande del pueblo.  Así que tomamos su consejo y caminamos hasta el Merendero de Galipán.  Pedimos dos sandwiches de pernil y un par de jugos de mora.  ¿La cuenta? Menos de 300 Bs.

Sandwiches de pernil en El Merendero de Galipán

Compramos melocotones y vino de mora para llevar, tomamos el jeep de regreso y compramos el ticket de vuelta en el teleférico.  

La cola para tomar una cabina era de tres niveles, pero afortunadamente fluyó a buen ritmo.

¿El costo de la posada? 2500 Bs por dos personas, con desayuno incluido.

¿Volvería? Sí, aunque me gustaría conocer una nueva opción la próxima vez.

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