Cómo sacarle provecho a una escala de doce horas en Moscú

By Angelica - 28 mayo

Buscando vuelos "baratos" a Delhi, encontré la posibilidad de viajar de Málaga a Moscú y de Moscú a Delhi con Aeroflot. Sería una larga travesía con una espera de 12 horas en Moscú, así que decidí que sería mi momento de dejarme sorprender por el hedonismo moscovita.

El primer punto a validar era el visado. Aunque los españoles necesitan visa para entrar en Rusia, existe una lista de cerca de 40 nacionalidades que no requieren visado y para mi alegría, Venezuela es una de ellas.

Durante la fase de planificación, me ayudó mucho leer los artículos de Rusalia, el "blog para viajar a Rusia". Específicamente las entradas sobre cómo ir del aeropuerto al centro de Moscú y la de qué ver y hacer en Moscú en 1 día. Aunque tenía menos de 24 horas, quería sacarle el máximo provecho a mi visita, así que era necesario un mínimo de investigación para no ir a lo loco.

Los principales aeropuertos de Moscú son: Sheremetyevo, Domodedovo y Vnukovo. Mi vuelo llegaba a Sheremetyevo a las 5:35 am, así que por precio y comodidad, la opción más conveniente era tomar el Aeroexpress hasta el centro. El tren sale cada media hora y no realiza paradas intermedias. El precio del billete es de 840 Rublos ida y vuelta (~13 Euros) y tras 35 minutos de viaje en un vagón moderno, limpio y seguro, llegas a la estación de Belorussky, la segunda más grande de Moscú después de Kazansky. El billete se puede comprar en las taquillas del tren, en las máquinas expendedoras de billetes o en línea. En mi caso, realicé la compra por Internet para ganar algo de tiempo, aunque tardamos mucho en salir de Inmigración y me tocó esperar el siguiente tren que partía a las 7:00 am.

También había contactado por correo a la gente de Tour Gratis Moscú, ya que considerando que no hablo ruso y que varias personas me habían comentado que no todo el mundo habla inglés, pensé que sería la mejor manera de quedarme con una idea sobre la historia y curiosidades del eje central moscovita.

El tour comenzaba a las 10 am y yo había llegado al centro antes de las 8 am. Así que me fui a desayunar a Cook'kareku, un curioso restaurante donde sirven desayunos del mundo las 24 horas. Dispersa entre tantas opciones, pregunté a la camarera cuáles eran los desayunos más populares y me decidí por los huevos benedictinos con jamón, espinacas y rosti, también pedí un capuccino con canela y un zumo natural de naranjas, todo por casi 15 Euros. Un poco caro, ¿no? Y es que según cifras publicadas por el Departamento de Deporte y Turismo de Moscú en abril de 2017, los turistas con intereses culturales gastan en promedio 86 Euros por día mientras que los que viajan "de compras" gastan unos 150 Euros por día. Por cierto, se espera que los comensales dejen un 10% de propina si no está incluida en la cuenta.

Capuccino en Cook'kareku 

Desayuno en Cook'kareku 

De allí tomé el metro hasta el Teatro Bolshoi para encontrarme con el grupo del free tour. Es relativamente fácil moverse en metro por la ciudad, hay que tener sentido común y estar muy atentos a los nombres de las estaciones escritos en alfabeto cirílico ruso. Afortunadamente, me había descargado un mapa del metro en inglés/cirílico y pude orientarme mejor. Para saber cómo se pronuncian los nombres de las estaciones, ver este mapa alternativo.

Teatro Bolshoi 

El tour comenzó poco después de las 10 am. Para mi sorpresa, el guía era venezolano. Daniel está casado con una rusa y dice que le encanta vivir en Moscú. Nos acompañó durante unas dos horas y nos contó de forma muy amena, algunos datos de interés sobre el histórico Hotel Metropol, la icónica Plaza Roja, el Km 0 de Moscú en la Puerta de Resurrección, la alucinante Catedral de San Basilio con sus cúpulas polícromas, las elegantes galerías GUM con su formidable fachada de 242 metros de largo, la cautivadora y sencilla catedral de Kazan, el mítico Kremlin con su indisoluble pasado político a orillas del río Moscova, el jardín de Alexander y la tumba del soldado desconocido hasta finalizar nuestro recorrido en "el templo que renació del agua", la Catedral de Cristo Salvador.

Hotel Metropol 

Catedral de San Basilio al fondo 

Catedral de San Basilio

La plaza Roja 

Al fondo el Museo Estatal de Historia 

A la izquierda, el GUM 

Almacenes GUM 

Museo Estatal de Historia 

Catedral de Kazan 

Monumento al soldado desconocido 

El Kremlin y los jardines de Alexander 

Kremlin 

Kremlin 

Aunque lo más cerca que había estado de la cultura rusa era la visita a la colección de la Dinastía Románov y la exposición de Kandinsky en el Museo Ruso de Málaga, mi fascinación por la "verticalidad, colores brillantes y múltiples cúpulas" de las iglesias ortodoxas y mi preferencia por la ensaladilla rusa o ensalada Olivié, la posibilidad de conocer Moscú despertó en mí el interés de leer más sobre esta interesante ciudad.

Catedral de Cristo Salvador 

Catedral de Cristo Salvador 

Según un estudio sociológico del prestigioso Centro Levada publicado en 2013, al menos el 70% de los moscovitas son supersticiosos aunque a grandes rasgos, el porcentaje de rusos que cree en supersticiones ha disminuido en la última década. ¿Algunos sortilegios particulares? regalar flores en número impar (los números pares, rosas y claveles se asocian con la muerte), no saludar a las personas en el marco de las puertas, no dar las gracias cuando te desean suerte con la frase "ni puja ni perá"... la respuesta correcta sería "¡K chiórtu!" (algo como "al diablo"), no dejar botellas vacías sobre la mesa, escupir tres veces para conjurar la mala suerte, antes de emprender un viaje en coche se hace el "prisiadem na dorozhku" o sentarse en silencio, entre muchas más.

Otro dato que me pareció curioso es que según un artículo publicado por RT sobre las 25 características de Rusia y los rusos que sorprenden a los extranjeros, sonreír a personas desconocidas en la calle puede considerarse falso y una cara sombría provoca más confianza porque revela las cotidianidades que padece todo el mundo. Aunque quizás no me sonrieron, casi todas las personas a las que pedí ayuda en la calle, fueron amables e intentaron orientarme de la mejor manera. Definitivamente, algo que se agradece.

Calles de Moscú 

Con un poco más de tiempo, me hubiese gustado hacer el tour en el metro, y quedarme con las historias de este gran refugio contra los bombardeos de la "Gran Guerra Patria" donde al menos nacieron unos 217 niños durante los conflictos bélicos. El metro de Moscú es también conocido como "el palacio subterráneo" con sus estaciones majestuosas, mosaicos, cristales, tramos secretos, apariciones y leyendas. Fue inaugurado en 1935 y tiene el récord de soportar el mayor caudal humano en el mundo, con unos 2.600 millones de pasajeros anuales. Se dice que la única línea en forma de anillo surgió por accidente, cuando en una reunión con sus consejeros, Stalin dejó una taza de café sobre los planos del metro y al levantarla, notó la marca en forma de anillo que provocó la idea de una línea circular para el subterráneo moscovita. También se comenta que por esta razón, la Línea Koltsevaya es de color "café" en los actuales mapas del metro de Moscú.


Río Moscova 

Monumento a.. no, no es Cristóbal Colón. Es Pedro "El Grande" 

Patriarshiy most 

También me ha resultado inevitable leer sobre Iván el terrible, su cruel infancia, sus perversiones degeneradas y sus inhumanas masacres; Lenin y las curiosidades sobre su cuerpo momificado por más de 90 años en el mausoleo de la Plaza Roja; Stalin, "el hombre de acero" y su régimen de terror que causó la muerte de más de 20 millones de personas durante su brutal regencia. Muchos años de historia y derramamiento de sangre para entender las circunstancias actuales de este interesante país eslavo.

Mausoleo de Lenin 

Retomando mi recorrido por Moscú, tras terminar el tour y sin poder entrar a la Catedral de Cristo Salvador (estaba cerrada), decidí darme un paseo de unos 15 minutos andando hasta la famosa Calle (Old) Arbat. Una peatonal muy turística de 1 Km de longitud, con bares, restaurantes y muchísimas tiendas. Aproveché de comprar algunos souvenirs, como las típicas (y costosas) matrioskas, el imán para la nevera de mi madre que no puede faltar en ningún viaje y una camiseta del Hard Rock Café para Emil.

Calles de Moscú 

Mosaico de María y Jesús en la entrada de la Catedral de Cristo Salvador 

Calle Arbat 

Matrioskas en Calle Arbat 

Con mucha hambre y aunque mi plan era degustar algún platillo ruso en el legendario Café Pushkin, decidí comer en Shake Shack. Pedí una Shack Stack y fui feliz evocando aquel maravilloso viaje a New York en el 2010. ¿La cuenta? 11,12 € por una hamburguesa gourmet, unas crujientes patatas cubiertas de queso cheddar derretido y una botellita de agua.

Hamburguesa en Shake Shack 

Calle Arbat 

Dato importante: el WiFi. Aunque hay WiFi libre en casi todas partes, en la fase de registro te envían un SMS al móvil. Así que es clave activar el roaming antes de viajar. Acabo de recordar esto porque justamente en Shake Shack pude conectarme.

Noby Arbat 

Iglesias ortodoxas 

Biblioteca del Estado Ruso 

Con la barriga llena, comencé a caminar para retornar mi punto de partida y terminé en la Novy Arbat con sus edificios, grandes almacenes, restaurantes y anuncios. A lo lejos se vislumbraban los colores del Kremlin y sabía que me faltaba poco para llegar. La plaza roja estaba a tope, la gente disfrutando del buen tiempo (0 grados con un solete increíble) y yo no podía despedirme de Moscú sin comerme un mítico cucurucho en el GUM.

Cucurucho en el GUM 

Vista interior del GUM 

Lancé una monedita hacia atrás en el Km 0 de la Puerta de la Resurrección con ganas de volver, antes de tomar metro y luego el Aeroexpress, con suficiente holgura para esperar mi vuelo a Delhi y mi tan anhelado reencuentro con Emil tras casi tres meses sin vernos.

Km 0, en la Puerta de la Resurrección

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