Mis razones para enamorarse de Roma en tres días

By Angelica - 21 enero

Debo confesar que mi principal expectativa de nuestro viaje a Roma era perderme en su gastronomía y comerme el mejor gelato, el mejor tiramisú, la mejor pasta, la mejor pizza... en fin... ¿qué se puede esperar de una ciudad tan fascinante como Roma? 

Según el estudio Global Destination Cities Index (GDCI), publicado en septiembre del 2016 por Mastercard, Roma es la séptima ciudad más visitada de Europa y la #16 del mundo con 7,12 millones de visitantes internacionales en el 2016. Es un destino imperdible para cualquier persona que ame la historia, el arte, el buen comer, que quiera encontrar su fe, dejarse llevar y perderse entre las encantadores calles de la Ciudad Eterna.

Nuestra aventura comenzó muy temprano en el aeropuerto de Málaga. En el vuelo de ida conocimos a Fabio, un simpático italiano que está haciendo su ERASMUS en Málaga y nos recomendó comer lo básico: Spaghetti alla carbonara, Bucatini all’amatriciana y Spaghetti cacio e pepe. También nos habló del Pompi para el tiramisú y de la gelatería San Crispino. Y no fue el único que mencionó el "mejor tiramisú del mundo mundial", María, Elena y Alex también nos hablaron del Pompi y nos dieron tips imprescindibles para aprovechar al máximo nuestras tres noches en Roma.

Tras casi tres horas de vuelo, llegamos a Fiumicino. Con múltiples alternativas para trasladarnos a la ciudad (tren Leonardo Express, tren regional, taxi, autobús), escogimos Terravision que era la opción más barata (5€ en ventanilla, 4€ a través de su página web). Sin embargo, mucha gente pensó igual que nosotros y la cola para subirse al próximo autobús era interminable. Así que decidimos comprar un par de billetes en TAM por 6€ por persona, ya que estaba casi vacío, salía en menos tiempo y así dejaríamos los de Terravision para la vuelta.

Con muchas ganas de comernos la ciudad, tras llegar a Termini, compramos billetes de metro de 24 horas (7€ c/u) y nos dirigimos a nuestro hotel con el fin de dejar la maleta e iniciar nuestro recorrido por Roma. 

Sin duda, nuestra mejor elección fue RomAntic Dreams B&B. Con una puntuación de 9,5/10 en Booking, este B&B ofrece una estupenda relación calidad-precio, está situado entre las estaciones de metro San Giovanni y Re Di Roma, a 2 Km a pie del Coliseo, con la inmejorable atención de Gianni, Amparo y Giorgio. Nos hicieron sentir como en casa, cuidaron cada detalle, nos dieron algunas recomendaciones y nos dejaron el desayuno listo incluso los días que salimos muy temprano del hotel. Entre tantas anécdotas, Gianni nos dejó una botella de vino espumoso en nuestra habitación, la noche del cumpleaños de Emil y el día que disfrutamos del desayuno en pleno, nos preparó un delicioso capuccino, un par de omelettes y nos sirvió una variada selección de bollería dulce italiana súper fresca. Un B&B para volver.


RomAntic Dreams
Los detalles de Gianni
Desayuno tempranero en RomAntic Dreams

Pese a todas las recomendaciones que recibimos, incluyendo las de Ewa, Angelo, Antonio, Lucila, Oli, Salva, David P y Carmen, nuestro recorrido por la ciudad quizás fue un poco desordenado. Confieso que tuvimos poco tiempo para planificar el viaje (esa semana tuve el tribunal y la graduación del EMBA) y como no queríamos gastar en roaming de datos y quedarnos sin batería en el móvil, dependíamos del mapa que nos dieron en la oficina de turismo. Para nuestra sorpresa, en chino, ya que los mapas en inglés y español estaban agotados.


Así que el día #1 fue para probar la hamburguesa "Sweety con Nutella" de McDonald's, disponible sólo en Italia, un éxito en las redes sociales (compartida casi 100.000 veces en la semana del lanzamiento) aunque para nosotros, una desilusión. No nos gustó, el pan estaba muy seco y la Nutella estaba dura. Además, nos pareció muy costosa. En contraste, probamos el tiramisú clásico y el de pistacho en el Pompi de Via Albalonga. Buenísimos, por 7,6€ dos generosas porciones individuales. El dato es pedir para llevar, si no quieres pagar el recargo por consumir dentro del local o en la terraza.


Sweety Nutella en McDonald's
Tiramisú en El Pompi

Siguiendo con la ruta del gelato, probamos las recomendaciones de Fabio, Lucila y Ewa (en ese orden): San Crispino, Blue Ice y Giolitti. Para mi sorpresa, justamente esos tres sitios tienen una valoración negativa en el blog de la periodista y escritora de viajes Amanda Ruggeri (con publicaciones en BBC, National Geographic Traveller, History Channel y mucho más). Supongo que en una ciudad tan turística, es difícil conseguir lugares realmente auténticos y definitivamente cada quien tiene su opinión. Así que en un próximo viaje, intentaré seguir las sugerencias de The Revealed Rome y comparar.



San Crispino
Blue Ice
Giolitti

Ese día también degustamos dos opciones de pizza: 1) Al taglio en Re Di Roma Pizza, por 9,80€ un par de trozos de pizza de masa gorda y dos "supplì" (croquetas de risotto). Un sitio muy popular, informal y con buena atención. 2) Las de Baffetto en la Via del Governo Vecchio, pizzas de masa fina y vino de la casa. Correctas, aunque al igual que las gelaterias, con opiniones encontradas. Pagamos 25€.



Pizza al taglio
Pizza Baffetto
Pizza en Baffetto

Aparte de comer, visitamos a Gepetto en la Via del Lavatore, nos enamoramos de la Fontana di Trevi aún repleta de gente y bajo un cielo gris con intenciones de lluvia, nos tomamos un capuccino por 1,10€ en Tazza D'Oro y nos dejamos sorprender con el Panteón de Agripa, uno de los monumentos mejor conservados de la Antigua Roma, reconstruido por Adriano hace 1900 años con la intención de reflejar la perfección del Imperio Romano. En este solemne recinto, reposan los restos del pintor renacentista Rafael. Nos dejamos "engañar" por los trampantojos de la Chiesa di Sant'Ignazio di Loyola, el fresco en 3D pintado por Andrea Pozzo y su peculiar cúpula falsa. Vimos también la Chiesa di Santa Maria Maddalena y su impresionante órgano. Luego dimos un paseo por Piazza Navona, una de las plazas barrocas más bonitas y elegantes de Roma con sus fuentes, terrazas, artistas urbanos y estrechas callejuelas. Contemplamos el imponente monumento a Vittorio Emanuelle II, levantado en la Piazza Venezia y nos jugamos la vida cruzando avenidas sin semáforos ni pasos peatonales hasta la Via dei Fori Imperiali con las impresionantes vistas nocturnas del Foro Traiano, Foro di Augusto, Foro di Nerva y Forum Romanum hasta encontrarnos por primera vez con el Colosseo y luego de unas cuantas fotografías, tomar el metro de regreso al hotel.


Gepetto
Panteón de Agripa
Panteón de Agripa


Fontana di Trevi
Capuccino en Taza D'Oro
La cúpula falsa de Chiesa di Sant'Ignazio di Loyola
Piazza Navona
Piazza Navona
Monumento a Vittorio Emanuelle II

Nuestro día # 2 en Roma, comenzó con un delicioso y completo desayuno en nuestro B&B seguido por un viaje de 10 estaciones de metro en la línea naranja hasta Ottaviano para visitar el Museo del Vaticano. Como "el que escucha consejos, llega a viejo", compramos por anticipado las entradas por Internet por 40€ (16€ + 4€ de comisión en línea por persona). La cola para los que no tenían entradas era kilométrica y en el camino desde la estación hasta la entrada del museo, perdí la cuenta de cuántas personas intentaron ofrecernos tours para el recorrido. 


El museo es alucinante. Con sus 14,5 Km de largo, se dice que "si empleáramos un minuto por cada una de sus obras artísticas, tardaríamos cuatro años para admirarlas todas". Aproveché de echar un vistazo a algunas curiosidades sobre el Vaticano y me quedé atónita con los artículos publicados sobre los 300 exorcismos realizados al año, los 150 mil documentos secretos custodiados en la Santa Sede, los vínculos con la mafia, la guardia suiza, las 98 botellas de vino consumidas por cada Papa al año, los cajeros automáticos en latín, la penitenciaría apostólica, la tasa de crimen más alta del mundo, el libro de cocina publicado por el Vaticano en el 2006, el significado de las columnatas de la Plaza de San Pedro que asemejan los dos brazos de la Iglesia abrazando y bendiciendo en la fe a los fieles que entrasen en ella, los mensajes ocultos en los frescos de la Capilla Sixtina y mucho más. Valdría la pena profundizar y ver hasta qué punto estas curiosidades son ciertas.

Museos del Vaticano


San Pedro
Plaza de San Pedro
Plaza de San Pedro vista desde la Cúpula

Tras atravesar diferentes Appartamentos, Gallerias, Salas y Museos, finalmente llegamos a la Cappella Sistina. Un lugar divino donde Miguel Ángel roza el cielo y se vuelve inmortal. En palabras de Goethe, "sin haber visto la Capilla Sixtina, uno no puede formarse una idea apreciable de lo que el ser humano es capaz de lograr". De allí nos fuimos a conocer las cúpulas de la Basilica di San Pietro, pagamos 8€ por persona para subir en ascensor hasta el punto de partida y continuar con los 320 escalones restantes (subiendo a pie desde el inicio son 551 escalones y creo que se pagan 6€ p/persona). Las vistas son sublimes. Para terminar nuestro recorrido por el Vaticano, visitamos la Basílica de San Pedro con sus 190 metros de largo y 133,30 metros de altura hasta su cúpula. Sus dimensiones son casi irreales, aguarda 45 altares y 11 capillas, grutas, reliquias, secretos y obras de arte de valor incalculable, como La Piedad de Miguel Ángel con su serenidad inagotable a escala natural a la derecha de la entrada. También reservamos unos minutos para orar ante la tumba de Juan Pablo II ubicada en la Capilla de San Sebastián (desde la entrada, segunda capilla a la derecha), contemplamos el atrio de Carlo Maderno, el baldaquino con sus cuatro colosales columnas en espiral, el Altar de la Cátedra de Bernini, en fin... hay que estar allí para vivirlo.

Los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina (pese al "no photo no picture" de los guardias)


Vista de los Museos del Vaticano desde la Cúpula de San Pedro
El badalquino de San Pedro
La Piedad de Miguel Ángel

Atravesamos el río Tíber y vimos a lo lejos el Castel Sant'Angelo, el guardián de Roma. Continuamos nuestro paseo a orillas del río sin saber lo cerca que estábamos del Trastevere y del Campo de' Fiori. Nos perdimos en los rincones silenciosos del Ghetto de Roma, imaginando aquel nefasto 16 de octubre de 1943 donde miles de hebreos fueron perseguidos y deportados a los campos de concentración en Polonia. Descubrimos una pasticceria típica siciliana llamada Il Dolci di nonna Vincenza, donde hicimos una breve parada para comernos unas ricas tartaletas de fresas con pistacho y continuamos andando hasta que casualmente nos encontramos con La Salumeria Roscioli, uno de los restaurantes que nos había recomendado Ewa. 


Castillo San Angelo al fondo
Tartaletas en Il Dolci di nonna Vincenza

El sitio es particular y el ambiente nos pareció fabuloso, nos trajeron una burrata por la casa, pedimos un carpaccio Di Manzo fuera de serie, Emil probó el Tonnarello Cacio e Pepe y yo la Carbonara. Tomamos un par de copas de Cesanese Vignalibus, un vino romano "rosso" dulce y persistente y como no pedimos postre, nos trajeron unas rosquillas con chocolate fuera de carta. ¿La cuenta? 69 €.


Burrata en Roscioli
Carpaccio di Manzo
Cacio e Pepe
Carbonara

De allí caminamos hasta la Bocca della Verità, donde Gregory Peck convenció a Audrey Hepburn en la comedia clásica "Vacaciones en Roma" sobre la divertida tradición que se ha hecho célebre desde 1953 hasta nuestros días. Después de hacer una cola de al menos 15 minutos, tomamos la respectiva foto y continuamos hacia las ruinas del Circo Massimo donde se celebraban las carreras de carros, exhibiciones ecuestres y otros espectáculos para unas 300.000 personas. 


La espera para la Boca de la Verdad


La Boca de la Verdad
Circo Máximo

Tras perdernos y dar una vuelta casi innecesaria, llegamos al Campidoglio donde conocimos la réplica de la mítica estatua de la loba Luperca amamantando a los mellizos Rómulo y Remo, quienes según la historia de la Roma antigua, fundaron Roma en el año 753 a. C. La estatua original se encuentra en el Musei Capitolini
No nos dio tiempo de subir en el elevador y capturar algunas panorámicas de Roma desde la Terrazza delle Quadrighe, quedó apuntado para el próximo viaje.


Luperca amamantando a Rómulo y Remo
Todos los caminos llevan al Coliseo

Buscando un cajero automático, decidimos volver caminando al hotel. Un paseo de casi media hora por la Via di San Giovanni in Laterano que nos vino genial para entrar a la Catedral de Roma, la Archibasílica de San Juan de Letrán. Definida como “la Madre de todas las iglesias del mundo”, fue la primera iglesia que se construyó en Roma. Nos quedó pendiente ver la Scala Santa, una escalera de 28 peldaños "por la que subiría Jesús el Viernes Santo cuando iba a ser juzgado". También nos faltó descubrir la Basílica de San Clemente, con sus asombrosos mosaicos y excavaciones.

Día #3 en Roma, el cumpleaños #33 de Emil. Compramos entradas en línea para el Colosseo, visitado por más de 6,5 millones de personas en el 2016. Muy importante, asegurarse de entrar a la página oficial. Gianni nos alertó sobre muchas páginas "caza bobos" que pretenden engañar a los turistas. La entrada cuesta 12€ + 2€ por la reserva en línea. Nos arrepentimos de no seleccionar la visita guiada, ya que es la única forma de acceder al tercer anillo y al "underground" por 9€ adicionales por persona. 


Coliseo


Coliseo

Es inevitable imaginar las terribles escenas d
onde gladiadores y fieras enfurecidas como "un elefante y un toro, un rinoceronte y un oso, un tigre y un león, o grupos de animales de una misma especie, a veces atados entre sí" eran empujados a la arena para satisfacer en cada masacre los instintos más depravados de al menos 50.000 espectadores.


La Arena

Continuamos nuestro recorrido por el Parque Arqueológico más grande del mundo, descubrimos una pequeña parte de las "
78 hectáreas repletas de joyas históricas" como el Foro Romano y el Palatino. La entrada está incluida en el ticket del Coliseo.


Foro Romano y Palatino


Palatino

De allí nos fuimos a Santa María Maggiore, entre las estaciones de metro Caveour y Termini. Una de las cuatro basílicas papales de Roma. Luego caminamos por la Vía Nazzionale hasta la Piazza della Repubblica y tomamos el metro hasta la Piazza di Spagna con su emblemática escalinata. La idea era ver antes el Moisés de Miguel Ángel en San Pietro in Vincoli, pero la iglesia cierra de 12:30 a 15:30. Así que decidimos volver más tarde.


Santa María Maggiore
Plaza de España

Queríamos comer cerca de la Plaza de España, así que dimos una vuelta por la exclusiva Via Condotti donde se encuentran las exclusivas tiendas de Valentino, Cartier, Louis Vuitton, Prada, Chanel, Dolce & Gabbana, Ferragamo, entre otros y terminamos en Caffè Vitti, aunque me hubiese gustado un sitio más especial. Pedimos una Bruscchetta Pomodoro, Emil tenía antojo de pasta Putanesca y yo pedí una Amatriciana, más una copa de vino tinto de la casa y una cerveza Nastro Azzurro por 36,50€. ¿El postre? Tiramisú de frutos rojos y Panacota en el Pompi de Via Della Croce.


Brusccheta
Putanesca
Amatriciana
¡Feliz cumpleaños mil!

Luego regresamos a la iglesia San Pietro in Vincoli, contemplamos la cadena que ató el cuerpo de San Pedro y nos dejamos impresionar con el famoso Moisés. En el intermedio, visitamos la iglesia Santa Maria della Concezione dei Cappuccini, con su original Cripta de los Capuccinos. Aunque interesante y macabra, la entrada nos pareció costosa (8,5€ por persona) para lo corto del recorrido (tampoco permiten fotos).


La cadena de San Pedro
El Moisés de Miguel Ángel

Intentamos seguir la recomendación de Gianni y visitar Villa Borghese, el "Central Park" de Roma con su curiosa forma de corazón, a través de la rampa del Pincio desde la Piazza del Popolo, pero oscureció en el camino y ya era demasiado tarde.

Así que nos enfocamos en conocer la emblemática Pizza del Popolo y nos dejamos perder entre “El Babuino”, Via de Ripetta y Via del Corso. Como dato curioso, nos cruzamos con un grupo de fans que esperaba pacientemente la llegada (o salida) del actor Patrick Dempsey del hotel donde se hospedaba durante su estancia en Roma. Aunque intentamos farandulear, nos desesperamos y nos fuimos.

Tomamos el metro hasta la estación Barberini y nos enamoramos de nuevo de la Fontana di Trevi, esta vez bajo la luz de la luna. Emil tenía que lanzar su moneda y pedir un deseo de cumpleaños. El mío fue simple, volver a Roma.


Fontana di Trevi de noche

Con hambre y con pies cansados, decidimos tomar un taxi hasta el encantador barrio del Trastevere para tomar el aperitivo a las 19 hrs y finalmente disfrutar de una merecida cena romántica. Nuestra primera parada fue en Freni e Frizioni. Nos gustó su original carta de cócteles, su ambiente vibrante y su buffet libre con cada copa (8€). Emil pidió un clásico, el Aperol Spritz y yo un mojito.


Aperitivo en Freni e Frizioni

Para cenar, intentamos reservar en el Da Enzo al 29 (uno de los sitios que nos habían recomendado) pero estaba a tope. Y pese a que Lucila y Carmen nos habían recomendado el Carlo Menta, nos pareció muy informal para la ocasión. Así que decidimos dejarlo para otro viaje y fuimos al Grazia e Graziella. Angelo nos había comentado que el Trastevere concentra el 80% de los mejores restaurantes de Roma, así que confiamos en que cualquier opción sería estupenda.

El sitio es muy original, los camareros muy atentos, "las sonrisas son gratis" y en general el ambiente es excelente. Pedimos una botella de Moscato d'Asti, lo más caro de la cuenta. Luego una ración de "pane caldo" (3,5€), que sobró porque fue muuucha comida. Compartimos un Saltimbocca romano y una pizza Diavola. ¿La cuenta? 49 €.


Grazia e Graziella
Saltimbocca romano en Grazia e Graziella

Tras callejear un poco más y quedarnos con las ganas de probar otros restaurantes, tomamos un taxi a nuestro hotel, súper agotados pero felices y con la firme intención de volver a Roma. Volver para comer, para perdernos por sus callejuelas encantadoras, para enamorarnos mil veces más y para disfrutar de la buena vida.

El día #4 empezó por levantarnos muy temprano, tomar el metro hasta Termini, correr para no perder el autobús hasta el aeropuerto (¡menos mal aún teníamos aquellos tickets Terravision del primer día!) y finalmente, volver a casa.

  • Share:

2 comentarios

  1. Que buen relato descriptivo de esta incursion en Roma.Esperamos coincidir en algun momento alli, con ustedes hijos. Angelica, eres muy buena en los detalles y te pareces mucho a tu suegra en esto. Un millon de felicidades en esa celebracion.
    EL Baron de Berlin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su comentario y por leer mi publicación ;-) ¡me alegra sea de interés y utilidad!

      Eliminar