Welcome to Miami, bienvenidos a Miami

By Angelica - 01 noviembre

Desde que Emil confirmó el viaje, la canción "Miami" de Will Smith se apoderó de mi cabeza.  Y aunque es un poco vieja (del año 1998), me gusta mucho y descubrí un par de cosas interesantes cuando vi el video en Youtube hace unos minutos (supongo que en esa época no tenía TV por cable ni internet).  Una, la primera chica que dice "Bienvenido a Miami" es Eva Mendes; dos, entre los minutos 1:31 y 1:33 de la canción sale una bandera de Venezuela colgando en Española Way, ¡qué genial! y la tercera, que Will Smith baila súper bien jeje.


Española Way
A pesar de que todo el mundo me advirtió que en Miami "no eres nadie" si no tienes carro, ratificando la opinión de un amigo al que visité estando allá sobre mi espíritu aventurero... decidí arriesgarme, caminar largas distancias, conocer el transporte público y descubrir esta fascinante ciudad de contrastes.

Mi primera experiencia gastronómica en Miami fue Small Tea Co, ubicado en Coral Gables.  Tenía que visitarlo, ya que había seguido las publicaciones de Tin en Instagram desde que inició este proyecto y me parecía estupendo.  Ya ocupa la posición #13 del Top50 de Yelp sobre sitios para comer en Miami y fue nombrado como el "Best Tea House" del 2015 por el diario Miami New Times.  Tienen 84 tipos de tés y un menú simpático que incluye tequeños, arepas, sandwiches, ensaladas y más.  Tuve la oportunidad de desayunar un par de veces y me quedé con las ganas de probar el tartar de atún y la ensalada japonesa.

Desayuno en Small Tea Co
Ese día y por ser el primer día de mi travesía (estuve unas semanas sin Internet y no tuve tiempo de hacer mi investigación de rigor), Tin me pidió un Uber (el segundo gran descubrimiento del viaje) para que me llevara hasta el Lincoln Road Mall. Esta confiable y polémica app ofrece tarifas reducidas comparadas con los taxis amarillos (que nadie, NADIE, me recomendó que usara), llegan al momento y realizan el cargo automáticamente a tu tarjeta de crédito (claro que para venezolanos viajando en el exterior sin tarjeta extranjera se complica la cosa).

Lincoln Road
Fue un día para explorar South Beach, conocer sus bellas playas de arena blanca, tomar sol, caminar por la interminable Avenida Collins, ver tiendas en el Lincoln Road Mall, comerme una dona de Krispy Kreme (a pesar de que no pude ir a una tienda Krispy Kreme, en CVS y Walgreens las venden súper frescas), agarrar la cola en el Trolley de Miami Beach (servicio gratuito en casi todos los distritos, con aire acondicionado, música y la sensación de que viajas en el tiempo), en fin... "tropicalizarme" con el ambiente "mayamero".  Después de tanto ver autobuses con una enorme "S" que decía Aventura Mall, decidí tomar uno para conocer este exclusivo centro comercial ubicado en el Noreste de la ciudad.

South Beach
Miami Beach

Luego de casi una hora en autobús, finalmente llegué a mi destino.  Recorrí el Aventura Mall por completo, entré al Macy's, vi la tienda Apple y decidí que era un buen momento para regresar ya que estaba oscureciendo, me estaba quedando sin batería en el celular, sin WiFi no tenía acceso a datos y no tenía idea de cómo regresar al hotel.  Afortunadamente luego de múltiples intentos fallidos logré comunicarme con Emil y me fue a buscar en Lincoln Road bajo la lluvia un par de horas después.  ¿El aprendizaje de la tarde? Para pagar el bus, debes introducir el monto exacto (2,25 USD) ya que la máquina no da vuelto.  Aunque unos cuantos días después, descubrí el Easy Card y le saqué provecho al máximo.

Coral Gables
Después de documentarme en Internet, hice una lista con los lugares que quería conocer y enumeré las recomendaciones sobre sitios para comer de Yesi, Alexandra, Grace y cientos de colaboradores en la Web.

Así una que otra noche salimos en el auto alquilado que tenía Emil y conocimos Dolores, but you can call me Lolita, un restaurante del Passion Group donde nos tomamos un par de copas de vino de la casa, y degustamos el Skinny Lolita (paillard de pollo con espinacas), el Gnocci Shrimp y los aperitivos que vienen incluidos en el menú, escogimos las quesadillas cubanas y las croquetas de jamón.  ¿La cuenta? 65.86 USD más (mínimo) el 18% de propina 10.98 USD.  Ahí comprendimos que la comida (y más aún el alcohol) es cara en Miami.

En una ocasión cenamos en SuViche, una fusión peruana-japonesa.  Pedimos dos Ice Tea, unas Crispy Rice Croquettes, un Perfection Roll y un Tartar Roll, pero se equivocaron y nos trajeron dos (nos indicaron que no los cobrarían).  Estuvo delicioso.  ¿La cuenta? 55.25 USD, incluyendo 7.89 USD de propina "sugerida".

Croquetas de arroz en SuViche
Tartar Roll y Perfection Roll en SuViche
Nos dimos otro pequeño gusto en CVI.CHE 105 donde cenamos divino, un Sabor a Mar (delicioso ceviche con todos los frutos del mar, langosta incluida y súper bien presentado), un IronMan (un plato "criollo" con filet mignon, camarones y conchas de abanico al estilo wok, combinadas con champiñones, cebollas, tomates, acompañado por papas andinas, choclo y queso Paria peruano) y un par de jugos naturales.  ¿Una cena de muerte lenta, sin entradas, bebidas alcohólicas, postre y mucho menos café? 87.86 USD, más 14.64 USD de propina.  Cabe destacar que el camarero llamado Álvaro, es venezolano y nos atendió súper bien.  Allí terminamos de entender que los camareros hacen su buen dinero al mes en propinas.

Sabor a Mar, en CVI.CHE 105
IronMan en CVI.CHE 105
Volviendo a mis aventuras en transporte público, un día llegué al Vizcaya Museum & Gardens (trolley de Coral Gables + MetroRail + unas cuadras a pie), la lujosa casa de James Deering construida a partir de 1914 con un amplio jardín, antigüedades de todas partes del mundo y su bella vista al mar.  Esa tarde tomé el Trolley de Coral Way hasta Brickell y luego hice el transbordo hasta el Midtown.  Me quedé en Wynwood, fotografié murales, disfruté del arte urbano, el ambiente bohemio, entré en la galería privada del dominicano de origen libanés Gary Nader (que por cierto estaba en ese momento en la galería), que es un museo de arte moderno y contemporáneo latinoamericano, recordé mis viejos tiempos en Puerto Rico con un delicioso Mofongo de pollo en Jimmy'z Kitchen por 13.99 USD, compré un slide de Strawberry pie en Fireman Derek's Bake Shop, vi muchos lugarcitos interesantes en mi camino a The Wynwood Walls y cuando estaba a punto de regresar, comenzó a llover y yo sin paraguas... caminé unas cuantas cuadras mientras esperaba cualquier autobús que me llevara hasta el Downtown.

El MetroRail de fondo, rumbo al Museo Vizcaya

Museo Vizcaya
Jardín del Museo Vizcaya
Mofongo en Jimmy'z Kitchen
Sinceramente me sentí insegura en el bus por el aspecto de algunas personas y la forma en la que me miraban.  Como dicen por ahí, "al inocente lo protege Dios" y es que muy cerca de allí está el Overtown, que es un vecindario que se considera un poco peligroso sobretodo al anochecer.  Lo cierto es que no hay que confiarse y estar siempre atentos, así estés en USA, Europa o en cualquier lugar.



Galería de Gary Nader
Wynwood
Wynwood
Wynwood Walls
Wynwood Walls
Otro día quise echar un vistazo en el Downtown, contemplar los enormes edificios, caminar por la Avenida Brickell, fui al Bayside Marketplace, vi gente haciendo yoga en el Bayfront park al atardecer, conocí la primera franquicia del Mercado de San Miguel fuera de España, circulé en el MetroMover que me parece súper eficiente y moderno (para colmo, ¡gratuito!).  


Bayside Marketplace
Mercado San Miguel en Miami
MetroMover en Downtown
Downtown de Miami
Miami Tower
American Airlines Arena

Luego tomé el autobús 7 y demoré casi dos horas en llegar al Dolphin Mall (son 86 paradas), comí en The Cheese Cake Factory el Chicken Madeira (su plato más famoso de pollo), que es una generosa milanesa de pollo gratinada con mozzarella, tomates, espárragos, champiñones, reducción de vino tinto y papas, se me antojó un mojito (sin haberme fijado antes en el precio, que conste que no lo decía la carta) y de postre un Pumpkin Cheesecake a propósito del Halloween.  ¿La cuenta? 40.88 USD + 8.18 USD de propina.  Me pareció carísimo para ser solo yo, pero definitivamente el principal ofensor fue el mojito y la comida estuvo deliciosa.  Afortunadamente Emil me buscó unas horas más tarde.  No me imaginaba con esa barriga tan llena, dos horas más en autobús hasta el Downtown.

Chicken Madeira en The Cheese Cake Factory
Pumpkin Cheesecake en The Cheesecake Factory
El fin de semana fui solidaria con Emil que tenía que trabajar y sólo salimos para: 1) Comer en Shake Shack (luego de conocerlos en NYC, teníamos que volver), un par de Shack Stack, con una ración de Cheese fries y dos limonadas de cramberry por 32.32 USD; 2) ir de compras al Sawgrass Mills Mall (comparamos precios con España y definitivamente los precios en ropa y zapatos son inmejorables en USA, por ejemplo, 1 jean Levi's 501 para hombre en Málaga casi 100 EUR vs. 2 jeans Levi's 501 para hombre en Miami por 84 USD) y 3) ir a compartir con unos primos en Pembroke Pines una deliciosa parrilla y una excelente tarde en su hogar venezolano - nicaragüense - norteamericano.

Shack Stack en Shake Shack
El lunes siguiente tenía una cita con la familia Pulgar y emprendí mi travesía en trolley + MetroRail + TriRail hasta Deerfield Beach.  Disfrutamos uno de los pastichos más ricos que he comido preparado por Rosanna, un vinito, unos champiñones divinos (hay que darle algo de crédito a Emilio), una refrescante ensalada y un postre muy bien emplatado.  Paseamos por la playa de Boca Ratón, el boulevard de Deerfield Beach y así se nos fue el día para emprender mi regreso a Miami donde Emil me estaría esperando en la estación de tren del Aeropuerto.

Delicioso almuerzo en Casa Pulgar - Deerfield Beach
El martes di una vuelta por Coconut Grove, más tarde regresé al Downtown y caminé hasta Tinta y Café donde conocí a la caleña que inventó el sandwich que lleva su nombre, me contó la historia de su vida y de su amor platónico, tomé dos jugos de maracuyá (estaba sedienta y tenía tiempísimo sin tomar parchita) y probé el famoso cafecito cubano.  Creo que gasté unos 18 USD.  Recorrí desde el principio la Calle Ocho que es el corazón de The Little Havana con sus particularidades y su gente, su paseo de la fama con estrellas como la de Celia Cruz (aunque nunca la encontré), "El Puma", Thalía, Los Estefan y muchos artistas más, su Parque del Dominó, tiendas de habanos y restaurantes cubanos.


CocoWalk
Coconut Grove
La Caleña en Tinta y Café
Cafecito cubano en Tinta y Café
Dominó Park en la Calle Ocho

Un Señor que me pidió una foto en la Calle Ocho

Calle Ocho
El miércoles me dediqué a conocer las calles de Miami Beach que no había visto, tomé las sugerencias de la guía de NatGeo sobre el Art Decó District con sus singulares edificios construidos entre los años 1920 y 1940 con sus colores pasteles, geometría elemental y letras con luces de neón.  Recorrí la famosa calle Ocean Drive, el Lummus Park, pasé por la Española Way, disfruté mi paseo y caminé hasta el Holocaust Memorial que es un museo al aire libre ubicado en 1933-1945 Meridian Avenue, que dedica un espacio para la meditación sobre los seis millones de almas judías pérdidas en el Holocausto.  Más tarde comí en la Bodega Taquería y Tequila que me gustó desde afuera por su llamativa y original fachada.  Resulta que en otro ambiente tienen un bar enorme y se ve genial.  Pedí un taco de pollo verde y otro de bistec a la barbacoa con una Margarita frozen que estaba divina.  ¿La cuenta? 15.81 USD.


Ocean Drive
Casa Casuarina, donde asesinaron a Versace
Holocaust Memorial

Holocaust Memorial, the lonely path

Tacos y Margarita en Bodega
Como no podían faltar las arepas en nuestro itinerario, ese día cenamos en Amaize en Doral, Emil pidió una arepa con asado negro, tajadas bien maduras y un refresco, yo pedí una arepa con queso guayanés y agua mineral.  Pagamos 21.02 USD.

Arepa de asado negro, queso y tajadas en Amaize
Arepa de queso guayanés en Amaize
Ya con los preparativos para regresar a Málaga, quise volver a Calle Ocho y conocer dos sitios que me habían llamado la atención y no parecían tan costosos.  Uno de ellos era El Mago de las fritas, cuya especialidad son las "Fritas" que no es más que la interpretación cubana de una hamburguesa preparada con carne de res en salsa de tomate y aliños, papitas fritas, le pueden colocar queso y un huevo frito si es a caballo.  Pagué 7.06 USD por la frita y un jugo de lata.  Nada mal, ¿no? y luego fui por el postre en la Azúcar Ice Cream Co, un delicioso helado "Abuela María" preparado con helado de vainilla, mermelada de guayaba roja en trocitos, queso crema y pedacitos de galleta María.

Una frita con el Mago de fondo
Helado en Abuela María en Azúcar Ice Cream Co
Como Emil se quedaría una semana más y yo volvería al día siguiente, aprovechamos de visitar Miami Beach de noche, tomarnos un par de mojitos en Havana 1957 de Lincoln Road por 28.23 USD más 4.66 USD de propina; cenar en Larios on the Beach, la cocina de Gloria y Emilio Estefan, un delicioso Tour of Cuba y una jarra de mojitos.  La velada estuvo extraordinaria y pagamos 104.14 USD (propina incluida).  El dato curioso es que nuestro camarero, un cubano muy simpático llamado Efrain cumple años el mismo día que yo.  Para finalizar nuestra noche "mayamera" nos fuimos a bailar en Mango's una discoteca súper tropical en plena avenida Ocean Drive.  Disfrutamos mucho el rato que estuvimos y a medianoche nos fuimos al hotel como Cenicienta.

Tour of Cuba y Jarra de Mojitos en Larios on the Beach
Mango's Tropical Café
Me esperaba un largo regreso Miami - NYC - Madrid - Málaga.  Un dato curioso del aeropuerto de Miami fueron los árboles naturales con pajaritos y todo, no lo podía creer jeje.  Una vez en NYC, aproveché de cenar con César en el Central Diner en el JFK (no hay muchas opciones para comer antes de pasar Seguridad en el aeropuerto) y al llegar a Madrid, me escapé a Mama Framboise por una tartaleta de frambuesas y un delicioso té helado (también con frambuesas), fui por un par de tapas en la expansión gastronómica Trinkhalle Bar del Espacio Trapézio en el Mercado de San Antón que me brindó más comodidad ya que andaba con mi gran maleta, caminé hasta la estación del tren, conocí el Jardín Tropical de Atocha y emprendí el último tramo hasta Málaga.

Un arbolito de verdad con pajaritos y todo en el aeropuerto de Miami
Mama Framboise

Croquetas en Trinkhalle Bar

Ceviche de champiñones en Trinkhalle Bar
Con una hora menos por el cambio horario, después de las 12 ya en casa lista para dormir.

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