Me quedé con la impresión de que en Las Cúpulas se come caro, desde aquella vez que comimos en Il Grillo por el cumple de Vanessa.

Si me preguntan cómo conocí Oceánico... tendría que contarles que fui el ultimo día de Junio del 2010.

Emil me estaba "cayendo" y yo andaba en otra nota.  De hecho me dijo para comer sushi y yo me fui normalita con mi franela del Hard Rock Café Ocho Ríos bien desgastada y unos zapaticos bajitos.

Cuando nos vimos, me preguntó todo sonriente si iríamos a cenar esa noche (él andaba en chaqueta y todo)...  En ese momento pensé que sería mejor si me cambiaba la ropa al salir de la oficina y así quedamos.  Igual... iba a comer sushi con un amigo.

Para mi sorpresa, la cita era en Oceánico.  Un restaurante súper romántico ubicado en el Centro Comercial Mirador en Lomas de San Román.

Una vista encantadora de la ciudad, la luz de una vela iluminando sus ojos de caramelo, una botella de vino inolvidable y un sushi divino.  Una velada perfecta.  Terminando de cenar, comenzó a lloviznar y nos quedamos hablando hasta que en un abrir y cerrar de ojos, comenzó Julio y estábamos allí los dos entendiendo que ya no éramos dos amigos hablando y comiendo sushi, algo había cambiado y aunque sólo fueron palabras... así comenzó nuestra historia.

En fin, Oceánico es un buen sitio para una primera cita.

Luego volvimos en nuestro primer mes juntos y Emil nuevamente se destacó con un corazón de bombones Ferrero Rocher y pétalos de rosas rojas delicadamente arreglados sobre nuestra mesa.

Primer mes en Oceánico

Insisto, el sitio es romántico.

Pero lo que realmente les quería contar, es que hace poco volvimos y notamos cómo los precios han subido increíblemente.  Para variar, no pedimos sushi esta vez.  Emil pidió un Langostino Thai al curry con mango verde y tamarindo acompañados de arroz jazmín que costó (en Julio) 530 Bs.  Yo pedí un Dorado con escargot y ratatouille, aromatizado con aceite de trufas, también acompañado con arroz jazmín por 362 Bs.

Dorado con escargot y ratatouille

Langostino Thai

Nos tomamos un vinito y de postre pedimos un Fondant de chocolate suave y calientito con helado de vainilla que estaba riquísimo como la primera vez, por 95 Bs.  La cuenta salió en casi 2000 Bs (nuevamente, en Julio).

Fondant de chocolate

La atención pudo ser más esmerada, notamos que habían pocos mesoneros y el sitio estaba bastante ocupado.  La comida, deliciosa.

Si te importa más el ambiente y la comida, que el bolsillo... Oceánico es una buena opción para una ocasión especial.

Siempre pensé que almorzaría en Bucare un día que me agarrara una diligencia cerca de El Rosal.

Buscando opciones para la despedida de Airlett, recordamos que en Bucare tienen un "after office" así que decidí llamar y reservar para esta ocasión súper especial.

Para nuestra sorpresa, no conseguimos mucha cola desde Los Ruices hasta El Rosal y llegamos justo a tiempo.

Nos tenían una mesa arregladita en la terraza, a pesar de que el local estaba casi vacío.  La decoración del lugar es exquisita, tienen unos techos de zinc bien originales, paredes con diferentes texturas, colores contemporáneos y pisos de madera.

Casualmente nos encontramos a Dayana, que trabaja cerquita y nos dijo que "todo en la carta es bueno".  Así que echamos un vistazo y decidimos pedir varios platillos para compartir en lugar de un plato principal por persona.

La carta está bien variada y todo nos pareció irresistible.  Tienen Ensaladas, Entradas como Ceviche, Carpaccio y Tartar, Sopas, Pastas y Risottos, Principales con carnes y pescados, Pizzas, Rolls, Sashimi y Temaki.

Pizza Capressa Pizza Prosciutto & Funghi

Ordenamos unos tequeños buenísimos con un melao casi transparente de papelón y ají dulce, unas chistorras bien preparadas con cebolla y pimentón, una Pizza Capressa con mozarella de búfala y una Pizza Prosciutto & Funghi con champiñones frescos y jamón de pierna.  Sí, jamón de pierna.  Porque ese día me enteré que "prosciutto" es el término italiano para "jamón" y no necesariamente se trata del jamón curado. 

Tequeños

Chistorras

También pedimos un plato de Rolls variados a gusto del chef servidos con una decoración inmejorable y una Pizza japonesa a base de arroz crujiente, salmón ahumado, ensalada dinamita especial, aguacate y salsa de anguila.

Pizza Japonesa

Rolls mixtos

Luego llegó Andy y pidió un Pad Thai de Camarones que se veía rico.

De postre, pedimos una Tartaleta crocante de guayaba y queso crema.  Estaba muy buena.

Tartaleta de Guayaba y Queso Crema

Y para tomar, el trago más popular de la noche fue el Mojito... divino y refrescante.  Otros pidieron Daiquirí de melocotón y los más conservadores tomaron un fruit punch y jugos naturales de frutas.

Para cerrar, los baristas pidieron café y si mal no recuerdo, Magaly se tomó un tecito de manzanilla.

La cuenta salió en casi 600 Bs por persona, me pareció un poco costoso aunque la comida estuvo deliciosa y la atención bastante esmerada.

Definitivamente, una excelente degustación gastronómica en medio de una mezcla de sentimientos... por un lado, la alegría de que Airlettcita tomaría un nuevo reto y por otro, la tristeza de quedarnos sin ella en Venezuela.

Este año, Emil y yo decidimos visitar Margarita juntos por primera vez para celebrar nuestro Aniversario.