Ese día decidimos ir al pueblito del Hatillo, compartir un delicioso waffle con nutella, helado de vainilla, fresas y melocotones en Gelato e Caffe (@GelatoeCaffe) justo en la esquina frente a la Plaza Bolívar y revisar la propuesta que se trae Serrano y Manchego (@serranomanchego).
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| Foto por Brida |
Al terminar nuestro waffle, nos fuimos de marcha a Serrano y Manchego. Queda justo al otro costado de la Plaza, entre Banesco y Churro Market.
Llegamos tipo temprano y logramos conseguir una mesita para dos en toda una esquina. Me gusta ese tipo de ambiente, medio rústico, pequeñito, lucecitas rojas y a cielo abierto, donde va gente de cualquier edad. Me recuerda a The Fresh Grill en San Juan, Puerto Rico. Aunque la propuesta musical era distinta (salsa instrumental), el ambiente te da la misma vibra.
Luego que atraviesas un pequeño pasillo, te encuentras el patio con las mesitas y un saloncito interno con la barra, otras mesas y el espacio donde se presentan los músicos. Nos llamó la atención que tienen como un segundo piso y se ve medio abandonado. De repente, un sitio así se prestaría para un concepto tipo Andrés Carne de Res DC, donde se tengan varios niveles con ambientes distintos.
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| Foto por Brida |
En la sección de Montaditos ofrecen cuatro tipos diferentes de Tablas: la Ibérica a 200 Bs, la Madrid a 180 Bs, la Bilbao a 200 Bs y la Barcelona a 180 Bs. Estas tablas combinan platillos un poco más pesados para compartir sobre rodajas de pan: Lomo embuchado, pimientos y champiñones, Paté de morcilla y queso de cabra, Pernil y tomate asado, Jamón ahumado, queso Brie y miel mostaza.
Los Bocadillos son unos emparedados bien resueltos entre 80 y 90 Bs. Tienen el Calderón, Miró, Dalí y el clásico de la casa Serrano y Manchego.
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| Foto por Brida |
Emil y yo pedimos una Tabla Ibérica para compartir y un par de mojitos, aunque estuvimos a punto de pedir una jarra de sangría.
Quizás porque empezamos por el postre, no teníamos mucho apetito y la Tabla nos pareció un poco grotesca. Tal vez con hambre nos hubiésemos comido todo y quedábamos satisfechos, pero es que nos pareció tanta comida. Para empezar, yo hubiese reemplazado esas gordas rodajas de pan por casabitos. La verdad es que queríamos pedir los Tequeños de txistorras y queso mozzarella, pero como no habían, seguimos la recomendación de nuestro amigable mesero.
Los mojitos sí estaban súper ricos, muy refrescantes. Y como llegamos tan temprano, aún no había empezado el toque de los músicos que desde hace un rato andaban por ahí.
Y es que todas las noches tienen un plan distinto: Miércoles de verano (2x1 de 7 a 9 pm, tinto de verano), Jueves Gitanos, Viernes de Sarandonga y Sábados de Marcha.
¿Volvería? sí, en grupo a disfrutar de una buena rumba flamenca, a degustar los tequeños de txistorras y queso mozzarella y a refrescarme con un mojito de parchita a la luz de las estrellas.
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