La primera vez de Julián

By Angelica - 10 diciembre

Lo que mejor sale, es lo que menos se planea.  Luego de un par de intentos, finalmente cuadramos ese mismo sábado y fuimos a almorzar tipo 3.

La primera parada fue La Cuadra Gastronómica, pero... no había puesto de estacionamiento y la cola para entrar a Ávila Burger se veía interminable.

Así que decidimos irnos al Tolón y como imaginé, nos anotaron en lista de espera.

Me pareció súper chévere que nos dieron un localizador que vibra y enciende una lucecita amarilla para avisarte que te toca.  En nuestro caso, ni vibró, ni encendió la lucecita.  Julián me echó la culpa por haberlo metido en la cartera... de cualquier modo, subimos y a los pocos minutos nos asignaron una mesa.

Foto por Brida
Ante la emoción de su primera vez en Ávila Burger, la variedad de hamburguesas y luego de haberse bajado el menú por internet con anticipación... Julián decidió ordenar la Piedra El Indio (129 Bs).  ¿Un llanero de pura cepa comiendo cordero, cebollas caramelizadas, queso de cabra, mezclum de lechugas en pan ciabatta y papas bravas?? uhmm.. hay de todo en la viña del Señor.  Esa fue su elección.


Foto pot Brida
En mi caso, para variar un poco indecisa.  En otras oportunidades había probado la Ávila Burger, el Lagunazo Burger y la ensalada César.  Así que esta vez me fui por el Granjero de Pollo (87 Bs), que según Julián: "no le queda mal a nadie".

Efectivamente, estaba bueno.  Lo pedí con extra de queso americano fundido (20 Bs) y quedé satisfecha con la combinación.

Para acompañar las hamburguesas, pedimos unos tinticos de verano (32 Bs c/u).  Estaban ricos, generosos y refrescantes.

Nos atendieron bien, la comida no tardó tanto en llegar (a pesar de que el sitio estaba repleto de gente) y la cuenta estuvo "normal".  Comparado con otros sitios de hamburguesas "gourmet" (como La Hamburguesería 212), definitivamente Ávila Burger mantiene su primer lugar.

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